Dice Cacho Coria sobre Guillermo:
Me duele en el alma decir esto, pero en realidad quiero que abandone el tenis ya mismo.
No lo puedo ver así. No disfruta lo que hace, y para un padre no puede haber peor cosa que ver sufrir a un hijo. Por eso quiero que no juegue más. Obviamente que él tendrá la última palabra y la determinación final.
Yo creo que debe haber muchos factores, tenísticos y también extradeportivos. Sólo Dios o el Diablo saben qué le pasó. Pero cuesta entender cómo juega tan bien en los entrenamientos y luego, cuando entra en un torneo, decae notoriamente su nivel hasta perder contra jugadores que tienen muchísimas menos condiciones que él.
Regalar una final totalmente ganada en Roland Garros contra Gaudio fue un trago imposible de digerir. Pero creo que más todavía lo fue perder en la Copa Davis contra Eslovaquia, una serie por demás ganable. Esos dos puntos fueron el comienzo de la declinación de mi hijo en este deporte, que parece, hoy por hoy, no tener fin.
la maldición de roland garros
martes, 29 de enero de 2008
lo puso cuti a las 22:25
etiquetas: meditaciones gaudianas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios nada más:
Vamos, Gastón! Así es cómo se eliminan definitivamente a los rivales!
No por nada lo llaman "Rolán Garrón".
Gracias papá, no?
a full, nanúc. Es evidente que los Coria son una familia con problemitas. Ahora que lo pienso, parece que la gente de Venado Tuerto viene con problemitas.
Por favor!!!! Para pederdores, aguante Tsonga.
Fé de erratas:
donde dice "para un padre no puede haber peor cosa que ver sufrir a un hijo. Por eso quiero que no juegue más"
debe decir
"para un padre no puede haber peor cosa que ver PERDER a un hijo. Por eso quiero que no juegue más".
Grande, pá!
Publicar un comentario